domingo, 6 de marzo de 2011

EN BUSCA DEL TESORO



EN BUSCA DEL TESORO

Un día, mi abuela se puso muy enferma y llamaron a los médicos para que la curaran. Los médicos hablaron con mi tía y mi madre…Le dijeron que solo le quedaban 168 horas de vida. Yo, al escucharlo me puse a investigar sobre esa enfermedad y averigüé que el remedio era una planta, que solamente la había en la isla de Karajayí.


Fernando García Hinojosa (1º ESO A)

Esa misma noche preparé la maleta con todo lo necesario y junto a mis doce mejores amigas, emprendimos el camino hacia la isla de Karajayí, en un pequeño barco de mi amigo de Jlí.
El viaje hasta la isla, se me hizo muy largo y cansado, pero no me quitaba la ilusión de encontrar esa planta. A los dos días llegué con mis amigos a Karajayí. Inmediatamente después de bajar del barco, hicimos tres grupos de cuatro personas cada uno. A mí me tocó con mis amigos Jalí, Seín y Jesús.
Estuvimos todo el día y la noche buscando la planta, pero no la encontramos. Acampamos en una zona llana. Al día siguiente nos levantamos a las 5:00 de la mañana, desayunamos y nos pusimos de nuevo a buscar la planta. Por la noche, mis amigos, ya cansados y agotados, querían que volviéramos al campamento, pero y seguía buscándola. Tropecé con una piedra y caí junto a la planta que tanto estaba buscando.
La cogí y salí corriendo hacia el campamento.
-¡Ya la he encontrado! Recoged vuestras cosas y subidlas al barco.
-¡Corred, corred…! ¡La abuela de Fernando nos está esperando!-dijo Jalí.
Nos subimos todos al barco y zarpamos hacia España. Llegamos dos días después, cuando tan solo le quedaba un día de vida a mi abuela. Me bajé del barco y salí corriendo hacia su casa. Cuando llegué, le preparé una infusión con la planta que encontré y se la di para que bebiera.
Pasaron las horas, los días….y mi abuela se fue recuperando poco a poco.
¡No hay mejor tesoro que salvarle la vida a una abuela!

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